Blog Colectivo donde se publicará esporádicamente trabajos de amigos y alumnos de los Talleres Virtuales y Presenciales de Escritura Creativa y también del curso de Comunicación. Sugerencias, consultas, envíos y colaboraciones: mazeyra@gmail.com

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miércoles, 20 de febrero de 2013

"El binomio madre-hijo, en muchos casos, ha sido fundamental para forjar talentos y para su trascendencia en la historia"

Nikola Tesla (1856-1943), un brillante científico que habría rechazado en alguna oportunidad el premio Nobel  de Física. Su madre no tuvo educación formal alguna, sin embargo, "era brillante y tenía una memoria excepcional". Tesla siempre decía que su progenitora era la fuente de sus capacidades intelectuales.
Se recomendó ver los fragmentos de siete películas (seleccionadas arbitrariamente por Orlando Mazeyra Guillén), en este enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=-7kZtc8LaFs&feature=youtu.be

Y, luego, se formularon algunas preguntas. Acá las respuestas de Paolo Alonso M.


[1] Al comienzo, tenemos “A Bronx Tale” (Un cuento del Bronx, 1993), dirigida por Robert De Niro; el narrador-personaje, Caloyero, nos cuenta, a la distancia, sus recuerdos de infancia; en un fragmento, su padre, un chofer de microbús, le habla de que no hay nada peor en la vida que…

 ·    ¿Por qué intuye usted que el padre le dice esto a su hijo? ¿Lo puede imaginar?
Quizá porque su padre no logró sus objetivos utilizando el talento que le fue cedido, y por eso terminó como chofer y de allí que le comente a su hijo que no desperdicie el talento que puede explotar en el béisbol o en otra actividad, haciendo todo lo posible por canalizar bien sus cualidades para trascender.

 ·    ¿Cree usted que todos los seres humanos nacemos con talentos?
En cierta medida creo que sí, pero, por diferentes circunstancias y relaciones sociales, esos enfoques van cambiando y tornándose diferentes, por tal cuestión, resulta muy importante ante esa certeza de qué sabemos hacer mejor, ser guiados o escuchar siempre las palabras de un tutor, de un padre o de alguien que tenga la experiencia necesaria para poder desarrollar ese talento y no desperdiciarlo por el camino falso y oscuro, como lo eran esos tipos que parecían tener el dominio y un negocio turbio en el barrio.

·    ¿Qué talento o talentos crees que se necesita(n) para crear (novelas, cuentos, películas, obras de teatro, etcétera)?
Es posible que exista una orientación básica al talento para construir escritos al ritmo del pensamiento, sin embargo, de acuerdo a la corriente literaria en dedicación, hay elementos y virtudes sumándose en la actividad diaria del “presenciador” o del experimentador. La sensibilidad por los hechos es vital para percibir detalles y emociones que escaparían a cualquiera. Por otro lado, está el drama existente o el dramatismo generado por nosotros mismos, la insistencia por las inflexiones a cada momento, la comunicación especial con el cosmos, el crecimiento del espectro de la intimidad, la capacidad de crítica instantánea, la elocuencia en contra del sosiego, el sosiego en contra de la velocidad. El talento ramificado en este desarrollo de virtudes crea una construcción sintética de elementos sumatorios que coinciden en un instante, en un momento que viene luego de una constancia afiebrada por seguir aprendiendo y conociendo para la creación de un laberinto semejante a un universo imaginario. El talento se mantiene vigente con la constancia que le dedique el que acepte este reto de formarse como escritor.

[2] En segundo lugar vemos el comienzo una de las películas más hermosas que pude ver en mi vida: “Cinema Paradiso” (1988), del director italiano Giuseppe Tornatore; al inicio la madre del personaje principal lo llama para darle una noticia importantísima…
·    ¿Cómo podría describir usted la sensación que siente el personaje principal al enterarse de que Alfredo ha muerto? Métase en la piel del personaje antes de describir la sensación…
Comienza la retrospectiva:
No podría ser más indiferente, el trabajo y la comodidad lejos de casa no ha sido suficiente para notar que mis sentimientos no han cambiado mucho, la distancia y el tiempo transcurrido no han borrado en nada los recuerdos que tengo de aquellos días fervientes de proyecciones en compañía de ese gran sujeto. Como si ahora todo eso me abrumara de nostalgia, quiero volver, hay voces interiores, y yo las he contradicho durante mucho para olvidarme de mi madre, de mi hermana, y sobre todo de Alfredo, ¿por qué? Hasta ahora no lo sé. Me hubiera gustado al menos haberlo acompañado en sus últimos días, permanecer junto a él y corresponder a un pasado que me había colmado de emociones e ilusiones…

·    Aplique la etopeya y la prosopografía para describir a este personaje, a su madre, y también a la compañera de cama del personaje principal.
ETOPEYA:
·         Personaje principal: Sumido en sus éxitos profesionales. Cómodo y resuelto por la buena posición económica, se sabe quizá ingrato y por eso el tiempo ya no le permite oportunidad para reconocer sus graves errores con su familia.
·         La madre: Desmejorada cada vez más del alma, con las esperanzas aún con luz, pero sintiendo mucho dolor y casi llegando a la locura por la ingratitud de su hijo que no planta cara.
·         La mujer en la cama: Sin ningún tipo de preocupaciones, muy cómoda y aparentemente feliz con la vida generosa que le ha brindado el personaje principal, no desea ahondar más en los detalles de las llamadas y simplemente hace al personaje principal para no entrar en hastíos inoportunos.

PROSOPOGRAFÍA:
·         De buen aspecto, sofisticado, con buena posición económica, con auto, muy pulcro con camisa y resuelto al andar, con cabello canoso y rostro lleno de vitalidad.
·         La mamá, una mujer envejecida por la espera y la falta de interés de parte de su hijo. De ropas oscuras.
·         La mujer en la cama, alguien muy bella y ligera, comprensible.

[3] En tercer lugar vemos un pedazo de la premiada y formidable “American Beauty” (Belleza Americana, 1999) de Sam Mendes.

·    ¿Qué es lo que el muchacho (que hace grabaciones) no quiere olvidar (o quiere recordar) y por qué?
Que hay toda una vida detrás de las cosas, y una fuerza increíblemente benévola…La bolsa lo invita a ser niño nuevamente y recordar, es necesario recordar para no olvidar nuestra esencia y mantener esa inocencia.

·    ¿Qué mensaje cifrado encuentra en la grabación (de la bolsa llevada por el viento) que el muchacho le hace ver a la chica que le da un beso?
La trayectoria de la vida en el tiempo lleno de situaciones, vas y vienes sin dirección, caes y te levantas acomodándote a las circunstancias de unos límites invisibles, pareces dominado por alguien, y sin embargo la libertad es una expresión que se manifiesta hasta en la recreación rutinaria más mínima. 

[4] En cuarto lugar, la conmovedora historia de Ramón Sampedro llevada al cine por Alejandro Amenábar en “Mar adentro” (2004); se trata del final del film. ¿Alguna vez pensó o imaginó su propio suicidio? Si estimulamos ‘creativamente’ la muerte.

·    ¿Qué forma utilizaría para acabar con su propia vida y por qué? Si le interesa el tema: escriba una narración sobre su propio suicidio.
Un antídoto para desvanecerme en la oscuridad, porque la luz es parte del artificio que nos evidencia de imperfección y vulnerabilidad. Y no al sufrimiento de la enfermedad porque me dedico a la austeridad y la discreción, y a no levantar polvo para no incomodar al entorno. Una forma de muerte silenciosa que no procure molestia ni evento, es desvanecerse en la oscuridad para no distraerme más con la mirada y explotar más otros sentidos y otras cualidades internas.

·    ¿Cree que vivir es un derecho y no una obligación? ¿Por qué?
Al principio se plantea como un derecho, como bien lo dice el guión (de la película Amenábar) que revela Bardem (el actor), sin embargo en el trayecto de la vida se va tornando en una obligación de una sola vía, donde nos sostenemos a diario para no llegar al horizonte próximo de la muerte. 

[5] En quinto lugar, “The Shawshank Redemption” (Sueños de fuga, 1994) de Frank Darabont. Andy Dufresne (el personaje principal) muestra una ciega vocación por el desacato y habla con sus compañeros de prisión de algo fundamental: la belleza de la música y de… la esperanza.

¿Llega a notar que la reflexión del preso tiene mucha afinidad con las palabras que el muchacho en “Belleza americana” le dice a la muchacha cuando ven la grabación?
·    ¿Qué cosas siente usted que nadie le puede quitar?
Mi mundo imaginario dispuesto para el aporte a las letras. Mi capacidad de la constancia para seguir intentándolo y combinando las lecturas y los modos del pensamiento.

·    ¿Si tuviera que compartir celda con alguien a quién escogería? ¿A Tim Robbins (Andy Dufresne) o a Morgan Freeman (Red, el reo de color que le dice que la esperanza no es buena)?
He tenido amigos como Andy, inteligentes y a la vez hechos para disfrutar de la libertad, de su libertad particular que no puede ser impedida de aire, porque necesitan expresar de diferente forma su vena talentosa. Por eso es que escogería a Andy, no me importa si son presumidos o elocuentes, irreflexivos en su erudición desmedida alguien que constantemente te está poniendo a prueba con todo lo que puede saber, me gustan ese tipo de amistades criteriosas y para discusión para cada momento.

[6] en “Taxi Driver” (1976) de Martin Scorsese, aparece todo el temperamento del taxista Travis Bickle encarnado por Robert De Niro.

·    Aplique etopeya y prosopografía para describir a Travis.
Etopeya:
Tiene un carácter explosivo que le ha dado las calles. No parece temerle a nada o esconde para él la entrañable distancia que lo separa de lo que le hubiera gustado ser, si habría tenido el afecto de sus seres queridos. Sin embargo, nada ha sido fácil, ahora va al frente y no se detiene, quiere amedrentar y se ensombrece en su rudeza para consolarse en soledad. Sus días avanzan y en su mente se desfiguran las imágenes que amo en brevedad. Descanso poco y eso se ve en la fatiga que la recupera con la introspección pragmática cuando desea algo y va por ello.

Prosopografía:
Bien parecido con el agotamiento reseco en su semblante endurecido por los días frenéticos y de la desventura en las carencias. Viste como un rebelde sin ofrecer detalles cautivadores, su aspecto es ofensivo y eso se refiere cuando quiere enfrentarse a cualquiera. Es capaz de todo, lo veo en su mirada, no tiene nada que perder porque sus manos se desenvuelven hacia el todo o nada.

·    ¿Qué le preguntaría al personaje si lo llegara a conocer y por qué?
[Acá se plantea una pregunta no al personaje, sino al actor Robert De Niro]¿Alguna vez también fue joven arrogante, espontáneo, bien parecido y rebelde sin motivo?
Porque en la actualidad da la impresión de sólo representar papeles inmutables, señoriales, muy correctos, conservadores y rigurosos, de una madurez constante y experiencia que desborda hacia la pedantería. Ya en ese papel de Taxi Driver lo noté como un actor joven pero muy serio y firme en sus movimientos y sus expresiones, demostrando ser muy frontal y arrogante que obviamente intimida, pero Ud. es un tipo muy comediante en la vida real, ¿es cierto entonces que gusta de contrastar la personalidad en la ficción?

[7] Luego, “Forrest Gump” (1994) de Robert Zemeckis.

·    ¿Qué opina de lo que la madre de Forrest le dice a su hijo antes de morir?
Es sincero y trasparente, esclarecedor y facultativo. Definidamente conmueve y emociona la simpleza del corazón maternal. Nos abre los ojos hacia una nueva etapa que debemos afrontar reinventando un destino para nosotros.

·    ¿Escribir es una forma de darle la contra al destino?
Si te dejas a la intemperie (inconsciente), despertarás en cualquier lugar, menos en el indicado. Para llegar a la cima de la creación, deberías estar consciente a cada momento y desestimar distracciones y cerrar puertas porque el destino falaz puede estar disfrazado de obstáculos y contratiempos para sacarte del camino. ¡Cuánto importa la firmeza e ir en contra de la adversidad para llegar a esa altura de ideas!

·    Escriba una carta de despedida metiéndose en la piel de la madre de Forrest. ¿Qué le diría a su hijo?
Mi adorado Aloncito:
He sentido el llamado de nuestro Señor para estar en su reino porque estando junto a ustedes he tratado de cumplir con todos los mandamientos de su ley, los he querido cuanto he podido, les he querido brindar la palabra de Dios en los momentos que estábamos juntos, y acercarles a  Jesucristo a su corazón para que se arrepientan como yo lo hacía a diario muy temprano junto a mi cama. No quisiera que sigan intentando alargar mi sufrimiento con esas medicinas que jamás acepté, si mi vida no tiene más remedio por esta enfermedad que también es una bendición, no me asusta dormirme para siempre en un cuerpo que no nos pertenece, la muerte es un paso hacia la eternidad. Estoy contenta de verlos juntos después de haber sufrido bastante en esa ignorancia y en esa pobreza cuando Dios todavía no estaba presente en nuestras vidas.


Preguntas finales: ¿QUÉ FRAGMENTO LE INTERESA MÁS Y POR QUÉ?
Definitivamente estoy echado a lo sentimental y cuasi romántico (pero no se lo digan a nadie), y eso me llevaría al diálogo entre Forrest Gump y su madre antes de que ésta fallezca. Sin ser un diálogo espectacular ni muy profundo en términos filosóficos, me siento un poco identificado con ese cuadro del hijo frente a la madre, porque me siento muy cercano a mi madre, estoy muy cerca a sus palabras, sus sentimientos, su soledad, acompañándola, brindándole mi crítica o mi apoyo. Ese binomio que en muchos casos de la historia ha sido fundamental para la formación del hijo y su trascendencia en la historia, como fueron los casos de Nikola Tesla y su madre, Einstein y su madre, Proust y su madre, etc., en las cuales la madre fue fundamental y dejó un gran legado, como esas palabras simples, naturales, diáfanas, llenas de sabiduría y prácticas para resolver los enigmas de la existencia y del destino con esa humildad que es invalorable.

¿QUÉ PELÍCULAS VIO ENTERAS Y CUÁLES DESEARÍA VER?
Enteras:
Sueños de fuga
Forrest Gump

Desearía ver:
A Bronx Tale
Cinema Paradiso




martes, 19 de febrero de 2013

Estimulación Creativa

Se recomendó ver los fragmentos de siete películas, en este enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=-7kZtc8LaFs&feature=youtu.be

Y, luego, se formularon algunas preguntas. Acá las respuestas de John Barrientos:


SOBRE UN CUENTO DEL BRONX

 ¿Por qué intuye usted que el padre le dice esto a su hijo? ¿Lo puede imaginar?

Supongo que al padre le pasó eso: tenía un talento y no supo aprovecharlo, o quizás vio ese talento en muchas personas y así también cómo estas personas lo echaban a perder todo al no mostrar interés por conservar y fortalecer un talento.

¿Cree usted que todos los seres humanos nacemos con talentos? 

 En definitiva, por un lado está el talento aprendido, y por otro el talento heredado; visto desde este punto de vista, los hijos a lo largo de sus vidas absorben como esponjas enseñanzas, actitudes y comportamientos basados en sus experiencias. Ciertas características como, saber escuchar, saber expresarse, saber sentir, son patrones ligados a los talentos que hoy en día se desarrollan en las distintas artes humanas.

¿Qué talento o talentos crees que se necesita(n) para crear (novelas, cuentos, películas, obras de teatro, etcétera)?

Como hay varios autores que poseen su propia clasificación de talentos, sólo escribiré lo siguiente
o Talento de la creatividad.
o Talento de la emoción.
o Talento de la imaginación.
o Talento de la empatía con los seres vivos.

SOBRE CINEMA PARADISO

¿Cómo podría describir usted la sensación que siente el personaje principal al enterarse de que Alfredo ha muerto? Métase en la piel del personaje antes de describir la sensación…

o Al principio, digería la llamada de su madre, al oír las palabras "Alfredo ha muerto", intenta entenderlas, pierde el sentido del tiempo y el espacio en el que se encuentra, vuelve en sí tras la pregunta de su esposa para finalmente encerrarse en su esfera, donde una inquietante incredulidad de la muerte de Alfredo hace que lo recuerde, siento que se pudre en su dolor a su manera, creo que se pierde en la incredulidad y el recordar.

DESCRIPCIÓN DE LOS PERSONAJES DE CINEMA PARADISO.

o Madre.- La esperanza se ciñe en mí como un fruto seco y amargo, más muerto no está, he decidido creer en mi hijo, creer que aún tengo la responsabilidad de ser su madre, de llevarle lo bueno y lo malo. La juventud no se me escapa, soy yo quien la deja ir para retener este amor no correspondido, la sacrifico.
o Hijo.- Hay sonidos que penetran el silencio de manera ridícula. Aún en el incrédulo parecer de los tiempos, sólo el presente es parte de mí. Ataño el pasado como un pesado metal, cuya indiferencia me apoya.  Cínico encuentro tengo con el pasado ahora, reposo sobre la cama, mantengo el aire en mis pulmones y tras exhalar asumo la verdad, asumo que la muerte cuya existencia no tiene espacio ni tiempo se ha llevado lo que pertenecía a este mundo. Lo que creía parte de mi pasado, retorna de manera vertiginosa para postrarse junto a mi cabello canoso, junto a mi cama.
o Esposa.- Él ha llegado, como siempre. Vacilo en mi papel de esposa, indiferente a la relación quebrada entre madre e hijo. Siento mi piel suave y lozana. Envío el mensaje encomendado, lo entrego como quien deja un sobre bajo una puerta. Me aplasta la veracidad del día, así que hacer preguntas o dar respuestas no vienen al caso, el descanso es mi consuelo, mañana seré la esposa activa.

SOBRE BELLEZA AMERICANA
¿Qué que es lo que el muchacho (que hace grabaciones) no quiere olvidar (o quiere recordar) y por qué?
o De que había toda una vida detrás de las cosas, una fuerza increíblemente benévola que le hacía saber que no había razón de temer jamás frente a todo lo que existe en nuestra sociedad y que contraste (hiriente) con esa belleza.
¿Qué mensaje cifrado encuentra en la grabación (de la bolsa llevada por el viento) que el muchacho le hace ver a la chica que le da un beso?
o Que todo esta enlazado, que cada elemento vivo o no vivo se desprende de su naturaleza para entregarnos un mensaje, una interpretación de lo que es vida, de lo que es nuestra vida.
¿Qué forma utilizaría para acabar con su propia vida y por qué? Si le interesa el tema: escriba una narración sobre su propio suicidio.
o Ni en el peor de los casos, así caigan vacas del cielo.
¿Cree que vivir es un derecho y no una obligación? ¿Por qué?
Creo que vivir es un derecho que se concibe desde el momento en que se nace. Lo que haga posterior a su nacimiento se considera como una opción a la cual puede renunciar o asimilar.
 
•  Llega a notar que la reflexión del preso tiene mucha afinidad con las palabras que el muchacho en “Belleza americana” le dice a la muchacha cuando ven la grabación?
Sí, ese conjunto mágico de sucesos con vida que percibimos en el ambiente. Que nos recuerdan nuestra naturaleza.
SOBRE SUEÑOS DE FUGA
¿Qué cosas siente usted que nadie le puede quitar?
Mi capacidad emocional de percibir el mundo, aunque muchas veces me llamen loco. 
•  ¿Si tuviera que compartir celda con alguien a quién escogería? ¿A Tim Robbins (Andy Dufresne) o a Morgan Freeman (Red, el reo de color que le dice que la esperanza no es buena)?
 Morgan Freeman. 
¿Qué le preguntaría al personaje si lo llegara a conocer y por qué?
o ¿Con quién hablaba?  Quizá representa lo que odia, o lo que quiere.
SOBRE FORREST GUMP:
 ¿Qué opina de lo que la madre de Forrest le dice a su hijo antes de morir?
o Creo que fueron las palabras necesarias, el mensaje indicado para una despedida.
¿Escribir es una forma de darle la contra al destino?
o No, sólo es un camino, es como el consejo de un buen amigo, el valor de un objeto o un recuerdo, es sólo  un camino a través del cual los seres vivos determinan su destino.
o Escribiendo no cambiamos nada, sólo surgen ideas que pueden ser buenas o malas, reales o ficticias, pero son un gran aporte para quienes desean encontrar respuestas y formar así su destino.
Escriba una carta de despedida metiéndose en la piel de la madre de Forrest. ¿Qué le diría a su hijo?
o Le diría lo mismo que le dijo en esa escena. No podría agregar, ni extraer nada. Estaría inventando palabras que no le hubieran nacido, imaginando algo que ese personaje no hubiera dicho, hubiera sido diferente si ella hubiera muerto antes de encontrarse con su hijo, sin decir nada.
  
Preguntas finales: ¿QUÉ FRAGMENTO LE INTERESA MÁS Y POR QUÉ?
 Me interesa el fragmento de la película American Beauty, porque demuestra o describe ejemplarmente uno de los momentos que mas disfruto de la vida. Es una explicación sencilla de lo que está afuera. Y aunque científicamente no encuentre el estudio indicado de este meollo mostrado en varias películas, es sólo un aporte más.
 Yo aplico diariamente ejercicios que fortalecen esta clase de empatía con el mundo, de júbilo desbordante. Por eso me interesan los diferentes ejemplos que se dan en el mundo para recordar, como dice el personaje, para sentir que no todo esta olvidado, perdido.

¿QUÉ PELÍCULAS VIO ENTERAS Y CUÁLES DESEARÍA VER?
 American Beauty, me gustaría verla.
Forrest Gump, la he visto completa.
The Shawshank Redemption, la he visto completa.

Respuestas de John Barrientos

martes, 5 de febrero de 2013

La "ficción" y la "no ficción"

Gabriel García Márquez sonríe para el lente fotográfico, luego de recibir un puñetazo de Mario Vargas Llosa. Un suceso real que es, hasta el día de hoy, exagerado o alterado, es decir, ficcionalizado, por parte de la chismografía literaria. Cuando la realidad se convierte en ficción.


La ficción y la no ficción

Escribe Orlando Mazeyra Guillén 

Como ya vimos en la primera sesión, en la que leímos el cuento El departamento de Fernando Ampuero, la ficción altera la realidad o inventa una realidad alterna (sucesos que quizá nunca ocurrieron u ocurrieron de otra manera): “Desconozco si la versión que doy ahora exagera o atenúa algunas escenas. Con otros que la oyeron, aparte de los hechos en sí, coincido en el patetismo. Mi versión, desde luego, añade detalles previsibles: ojeras, dolores de estómago y otras lógicas e inevitables miserias humanas”, el narrador de la historia nos advierte que no será fiel a lo ocurrido (si es que ello alguna vez ocurrió). Eso es la ficción: invención, alteración, cosa fingida pero que pretende pasar por cierta. Vargas Llosa lo sintetiza así: las ficciones son mentiras que ocultan una profunda verdad.

La "no ficción", en cambio, aspira al retrato fiel de la realidad. Así apareció el “Nuevo Periodismo”, el “Periodismo Literario” o “Periodismo Narrativo” que cuentan sucesos verídicos pero, al narrarlos, se ‘prestan’ las ‘maneras’ del cuento o la novela y, de esta forma, le otorgan un halo ‘literario’ a lo narrado.

Este comienzo (que es totalmente real), por ejemplo, bien podría ser el arranque de una ficción:

De pronto, un hombre ingresa al local cargando dos pesadas bolsas de plástico negras. Es moreno y delgado, frisa los cincuenta años. Antes de hablar, enjuga su frente con un pañuelo blanco y se rasca su bien cortado bigote entrecano:

           —A ustedes les dicen los alquimistas.

El inicio de la narración pretende contar una historia y ‘enganchar’ al lector como si se tratara de una ficción. Sin embargo, si queremos hacer una crónica periodística (una entrevista, un perfil, etcétera) no debemos exagerar ni atenuar nada de lo que vemos, oímos o sentimos, pues el periodista (el buen periodista) debe realizar una labor que es la antítesis de la del novelista: no mentir. César Hildebrandt señala que un periodista cabal debe “notariar la realidad, no endulzarla”. Él entiende que la entrevista y la crónica son los dos géneros-madre del periodismo: “la crónica escudriña la realidad y la entrevista aguaita a las personas, pero en ambas lo que prevalece es una mirada, una voluntad, un carácter que, en la crónica, mira las cosas y, en la entrevista, habla con quien cree que puede decir algo”.

¿Por qué Gabriel García Márquez es considerado un maestro del periodismo? Porque sabe (o, en todo caso, ha sabido) aprovecharse de su talento de narrador de ficciones para contarnos grandes verdades: entrevistas, crónicas, perfiles, etcétera. Esto no significa que todos los escritores sean buenos periodistas (muchísimos ni siquiera han llegado a ejercer el periodismo), sino que cuentan con mejores armas (técnicas narrativas) para describirnos (escudriñar) la realidad real. Hay que saber diferenciar las cosas: «Un reportaje es un cuento totalmente fundado en la realidad, como el cuento tiene bases en la realidad sin lugar a dudas. La ficción: Ninguna ficción es totalmente inventada siempre son elaboraciones de experiencias. El periodismo es una etapa más del desarrollo de mi vocación definitiva de contar cosas», sentencia el autor de Cien años de soledad.


NO FICCIÓN:
LOS ALQUIMISTAS DE LA CALLE SAN JOSÉ
Por Orlando Mazeyra Guillén


De pronto, un hombre ingresa al local cargando dos pesadas bolsas de plástico negras. Es moreno y delgado, frisa los cincuenta años. Antes de hablar, enjuga su frente con un pañuelo blanco y se rasca su bien cortado bigote entrecano:


           —A ustedes les dicen los alquimistas.


          —¿Por qué? —pregunta, entre sonriente e intrigado, el señor Alberto Ramírez, quien por sus ademanes de bienvenida delata que ya conoce al sujeto en cuestión, que empieza a sacar deprisa libros de segundo uso de las bolsas que trae consigo.


          —Porque en mis manos esto no vale nada —se lamenta tomando un viejo ejemplar de Ada o el ardor de Vladimir Nabokov—. En cambio, en las manos de ustedes se vuelve oro.


Las risas festivas no tardan en hacerse presentes en este recinto en el que uno, a pesar de los reparos de muchos —algunos libros son muy caros, el aspecto es el de una decadente librería de viejo con sólo algunas novedades, etcétera—, se puede liberar de las anteojeras provincianas y sentirse de veras cosmopolita: la librería Aquelarre, el orgullo de dos hermanos que, aunque de familia arequipeña, nacieron en Puno: Tommy (1943) y Alberto (1950). Ambos administran este negocio atestado de anaqueles, ubicado en la segunda cuadra de la céntrica calle San José que en el techo del vetusto local muestra el símbolo taoísta del bien y el mal. En dos mesas largas  y espaciosas descansan desordenadas publicaciones de toda laya y en una pequeña —del tamaño de una mesa de noche— está la caja chica bajo la atenta vigilancia del hermano mayor, Tommy. A la izquierda, un falso ropero negro oculta el sanitario de donde, si la ocasión lo amerita, se pueden conseguir algunos vasos descartables, para brindar con la bohemia o los concurrentes de turno.


Aquelarre cumple tres décadas


La inauguración de la librería se remonta al año 1982, en un local alquilado en la calle San Juan de Dios. La iniciativa de los hermanos Ramírez proviene de una vocación fundamental por la lectura, un hábito que cultivaron desde muy pequeños, alentados por sus padres: primero, fueron revistas, cómics y, luego, pasaron a los libros. Posteriormente, ya en Arequipa, ambos terminan la secundaria y el mayor de ellos, Tommy Ramírez, después de su paso por el Colegio Militar Francisco Bolognesi, siguió cursos en la Escuela de Literatura en la UNSA. Ahí enriquece sus lecturas y conoce la narrativa peruana (Arguedas, Alegría, entre otros) y en sus años agustinos estalla el boom de la literatura latinoamericana.


De las movidas literarias de aquellos tiempos él recuerda que había mucho interés tanto por promover la creación literaria como la lectura. Los hermanos Cornejo Polar eran personas muy activas y organizaban diversos eventos a los cuales el propio Ramírez asistió, entre ellos el encuentro nacional de narradores en el cual estuvieron José María Arguedas y Mario Vargas Llosa: «Con amigos poetas, Ana María Portugal y Óscar Valdivia, sacamos una revista cultural llama Homo, donde le hicimos un homenaje a Arguedas, publicamos trabajos de Javier Heraud, con textos inéditos de César Calvo. A su vez, en el diario El Pueblo tenía la columna diaria y los domingos manejaba la página cultural, comentaba libros y actividades culturales. En Lima, colaboré con Caretas, Oiga  y tuve la oportunidad de recibir publicaciones de Uruguay, Venezuela, México, Argentina que, en su momento, reseñé y así fui enriqueciendo mi biblioteca y acariciando la idea de abrir una librería en Arequipa».  


Le pregunto por qué abandonó la carrera de literatura y en su respuesta hay un relente de desazón: «Me di cuenta de que no colmaba mis expectativas. A pesar de la calidad de los maestros, pues en los años sesenta era muy superior a la actual. Además, luego también estuve llevando cursos en la Universidad Mayor de San Marcos, donde tuve maestros como Edgardo Rivera Martínez, pero, como decidí volver a Arequipa, abandoné la carrera».


En el año 1982, los hermanos Ramírez vuelven a Arequipa y fundan Aquelarre, la librería lleva ese nombre porque le querían rendir un homenaje a esa generación de artistas arequipeños —los poetas Percy Gibson y César Atahualpa Rodríguez fueron los fundadores— que solían reunirse a la luz de la luna. Luego se trasladan de San Juan de Dios a un local en la primera cuadra de San José y, desde hace ocho años, operan en la segunda cuadra.
¿Por qué nace Aquelarre? Básicamente, para hablar de libros y ponerlos al alcance del lector de a pie, para compartir cultura, difundir corrientes de pensamiento. «Cada época despierta un determinado interés. En los ochenta, por ejemplo, cuando abrimos la librería había mucho interés por los aspectos político-sociales y teníamos muchos libros de esos temas (economía, sociología, política, marxismo). Eso ya ha ido cambiando. Últimamente, hay interés por la literatura de autoayuda, la medicina alternativa».
Punto de encuentro

Aquelarre va más allá de proveer libros a los eventuales compradores, pues aglutina a lectores ávidos y a potenciales escritores. «Ese ha sido uno de los logros más importantes que ha tratado siempre de infundir esta librería: no ser sólo un lugar de exhibición y venta de libros, sino también un punto de encuentro de escritores jóvenes y mayores, donde se pueda hablar absolutamente de todos los temas, incluso confidencias e intimidades. Y hablamos de escritores no sólo de Arequipa, sino de toda la zona sur: Puno, Cusco, Tacna, etcétera, con los cuales hemos establecido lazos muy fuertes y siempre que vuelven a Arequipa nos visitan».


¿Cuál ha sido la mayor alegría que le ha dado este oficio de librero? La de conocer a gente extraordinaria, personas muy valiosas y también la posibilidad de haber brindado libros a escritores en ciernes. Por ejemplo, Carlos Herrera, quien compró en Aquelarre sus primeros libros. Ahora él es diplomático y ha publicado algunas interesantes novelas. Mario Vargas Llosa ha estado también en la librería. El antropólogo Luis Lumbreras o su colega Luis Millones, pintores como Luis Palao Berastain. Además, por su propia labor en el periodismo cultural, Tommy Ramírez pudo conocer en Lima a Blanca Varela, Javier Sologuren, Jorge Eduardo Eielson, editores como Carlos Milla Batres y Juan Mejía Baca.
Pero este oficio no está exento de inconvenientes: «El primer problema es el económico. La gente que se interesa por la lectura sigue siendo una minoría. Una minoría que no crece en la medida en que uno anhela. Y, a pesar de eso, los factores económicos impiden traer nuevos libros que uno quisiera tener en la librería, pues la producción literaria es inmensa tanto en España como en Argentina y México. Hay muchos títulos de indudable calidad literaria que, como no son comerciales, no llegan al Perú y eso sí, como librero, me produce un sinsabor tremendo». 


Ahí aparece el fantasma de quedar desactualizado, sin novedades en el escaparate. «Es un peligro latente, pues por más que uno quisiera, no va a poder satisfacer sus expectativas personales ni mucho menos —como es obvio— la de todos los visitantes».


Un regalo de la vida


            —Así como hay días con muchos compradores, también habrá otros en que no viene nadie —le comento a Tommy Ramírez.


            —Sí, pero eso es lo normal —lo reconoce sin hacerse problemas—. No preocupa tanto. Además, aprovechamos para leer todo el material que tenemos acá y lo nuevo que conseguimos, pues el lector, salvo excepciones, viene con ideas muy vagas, por eso un librero tiene que estar muy enterado sobre las novedades, porque de lo contrario no vende. Alguien viene y me dice: «quiero un libro de tal autor o alguien que se parezca a tal autor». Uno tiene que saber cómo escribe ese autor, sobre qué escribe, qué temas aborda, etcétera, para poder hacer sugerencias idóneas. En ese sentido éste no es un negocio, es, más bien, un placer. Un lector enterado o uno no tanto pero inquieto, es como un regalo que nos da la vida. Aunque te confieso que los auténticos libreros  están en extinción. En el Perú, el último que yo conocí fue Juan Mejía Baca que ya murió hace muchos años.


            —¿Lee todos los días?


            —Sí, poesía, narrativa y filosofía. Y mi hermano Beto lee mucho sobre ciencia y esoterismo. Entre mis favoritos están William Blake, Baudelaire, Rimbaud, poesía hispanoamericana: la mexicana con Octavio Paz y José Emilio Pacheco, la peruana con la generación del cincuenta, la chilena con los clásicos como Huidobro y Neruda. En narrativa, Borges, Cortázar, Kafka, Thomas Mann, me gusta mucho Roberto Bolaño, también Osvaldo Soriano.


            —¿Alrededor de cuántas publicaciones hay en Aquelarre?


            —Unos cinco mil libros.


            —¿A un lector novísimo qué ficción le recomendaría?


           —El cuento siempre es el primer paso, desde los peruanos como Valdelomar, López Albújar, Ventura García Calderón hasta los latinoamericanos como Borges, Cortázar, Rulfo, Onetti, para no hablar de cuentistas europeos que también son magníficos. Sin embargo, yo prefiero que lean primero literatura hispanoamericana porque creo que es una forma de conocernos mejor a nosotros mismos, de valorarnos y de dejar de estar mirando tanto a Europa, sin desestimar, desde luego, el gran aporte cultural de los europeos.


            —¿Qué le ha dado la lectura de tantos libros?


           —Me ha enriquecido, tengo una visión del mundo mucho más amplia, pero es difícil poder expresarlo en palabras. Es como viajar por muchos países y por distintas épocas.


            —También la posibilidad de interactuar con lectores y autores un tanto excéntricos.


           —Esos son los que me interesan realmente —confiesa el librero—, y no aquellos que están adocenados. Porque hay lectores muy parametrados, fosilizados, que leen siempre lo mismo, que no se sienten capaces de experimentar. Yo creo que en literatura hay que estar experimentando en forma constante.


            Aquelarre es también un espacio para la fabulación oral, como se da en el caso de Álvaro, asiduo concurrente a la librería, que afirma saber por fuentes fidedignas la historia de un zambo que sodomizó al premio Nobel arequipeño y que, gracias a esa experiencia, éste pudo narrar los encuentros homoeróticos de Paul Gauguin en El paraíso en la otra esquina, ésa es la clase de lector que a pesar de muchas lecturas no entiende la distancia entre la realidad y la ficción, o simplemente no las puede separar: «Mi amigo Álvaro es un hombre con una imaginación desbordante y que no cree en nadie. Es un heterodoxo total, no cree en las vacas sagradas ni en los autores consagrados. Y eso, en el fondo, es bueno. A mí, particularmente, me preocupa cuando veo a un joven entre los quince y los treinta años con ideas fijas, prejuicios, o con endiosamientos ciegos… cuando recién han comenzado a leer se fijan parámetros muy rígidos… si la literatura va a servir para eso, yo creo que están leyendo mal».


              —¿Aquelarre en una palabra?


             —Libertad. Este es un lugar libre. Acá los libros están a disposición del público, para que el lector los revise, les dé un vistazo, y no con bolsas de plástico como en otros lados.


            —¿Por qué se leen tan pocos libros?


           —Creo que la televisión ha ganado al lector joven.


            —¿Internet?


           —Me parece muy bien que también se lea gracias a las computadoras y al fenómeno de internet. Antes, para informarse de un autor había que buscar catálogos, revistas, en Lima me regalaban los suplementos dominicales de Argentina o Chile para poder saber qué se publicaba en esos países. Recuerdo que cuando Heinrich Böll ganó el Premio Nobel de literatura en 1972 nadie sabía en Arequipa quién era él y era complicadísimo tener información sobre el autor. Ahora es más difícil pretender ser el gurú de la cultura, o el zar de la literatura, el que dictamina qué es lo que se debe leer.


Arequipa no ha sido fundada literariamente


«Arequipa es un ámbito novelístico sin explorar, territorio virgen, salvos algunas cosas muy fragmentarias hechas en el siglo XX», asevera convencido. Le recuerdo que el escritor chileno Alberto Fuguet escribió que Mario Vargas Llosa fundó literariamente a Lima. Así que es probable que todavía no se haya fundado a Arequipa en el terreno de la ficción: «Definitivamente no ha sido fundada, hay novelas de María Nieves y Bustamante, Edmundo de los Ríos. Sin embargo es muy poco lo escrito sobre Arequipa y espero que los nuevos novelistas hagan algo al respecto».


              —¿Acaso son ustedes alquimistas como dice el señor? —le pregunto a Tommy Ramírez, que acaba de pagarle al desavisado vendedor de libros de segunda mano apenas siete soles con cincuenta céntimos por una de las mejores novelas de Vladimir Nabokov: Ada o el ardor. Y el dueño de Aquelarre muestra una sonrisa cómplice. Entonces yo entiendo que no se trata de alquimia sino, precisamente, de algo tan elemental como leer para saber —aquilatar, apreciar, atesorar— lo que uno tiene en las manos. La diferencia entre alguien que lee y alguien que se exonera de esta placentera actividad, se hace patente una vez más y, sin duda, resulta aleccionadora. Aquella novela de Nabokov siempre valdrá oro, pero recién ahora —¿otra vez?— está en buenas manos. Tommy Ramírez luego de rescatarla, acude a su caja chica pero, en esta ocasión, en vez de dinero saca una vieja fotografía, en blanco y negro:


            —¡Mírame! —exclama y lo reconozco vistiendo una de aquellas guayaberas predilectas de Gabriel García Márquez y al lado de nada menos que Julio Cortázar—. Acá estoy con un auténtico alquimista, ¿no crees?

Arequipa, enero de 2012. 







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(Arequipa, Perú, 1980). Escritor, hincha de FBC Melgar. Colabora desde el 2012 con el semanario "Hildebrandt en sus trece". Su libro "Mi familia y otras miserias" apareció en Tribal (2013). El 2014 se reeditó su libro de relatos "La prosperidad reclusa". Ha publicado ficción y no ficción en El Malpensante (Colombia) y otros trabajos narrativos en revistas literarias virtuales como Badosa.com (Barcelona). Ha sido incluido en las antologías "Disidentes 2: los nuevos narradores peruanos 2000-2010" y "17 cuentos peruanos desde Arequipa" (Biblioteca Regional Mario Vargas Llosa, 2012) y "20 cuentos arequipeños" (2016). El año 2021 publicó "Inmunidad de rebaño" (Aletheya) y "El niño de La Arboleda" (Pesopluma). Acaba de aparecer "Itinerario de la melancolía" (2023).

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